martes, 7 de abril de 2009

Opinión: Sobre maratones ornitológicas


Ocasionalmente este blog, órgano de expresión del equipo Rarebirdspain, acoge escritos de opinión de terceros. Como en casos similares, éstos reflejan el punto de vista de sus autores y no necesariamente del equipo. RBSBT


Sobre maratones ornitológicas

Por Jordi Martí-Aledo

A principios de los años 90 participé en un par de maratones por tierras de l’Empordà (Girona). La principal conclusión que saqué de aquella experiencia es que no tenía demasiado sentido estresarse durante un montón de horas y jugársela conduciendo a toda pastilla por las carreteras con el objetivo, tan sólo, de sacar más especies de aves vistas que el equipo contrario. Pensé que todo aquello era justamente lo que yo no pretendía experimentar con la observación de aves. Vaya, que lo que a mi me gustaba era salir al campo a disfrutar tranquilamente de ellas y practicar la ornitología con un afán no competitivo. Alguien me dirá que una cosa no quita la otra, y yo le diré que eso es rigurosamente cierto, pero que a mí me basta con lo segundo.

Mientras no se ponga en juego la vida de nadie y se respeten la propiedad privada, los espacios naturales protegidos y la integridad física de las aves, uno puede dedicarse a hacer maratones durante todo el año, siempre que se disponga de tiempo y dinero. Nada que objetar al respecto. En mi opinión, el problema radica en que se está dando demasiada transcendencia al tema, a partir de argumentos poco sólidos como decir que gracias a estas maratones los distintos lugares, menor o mayormente considerados, se dan a conocer al turismo ornitológico extranjero o nacional. Yo no he topado todavía con ningún ornitólogo, español o no, que me haya comentado que ha venido a ver aves a Catalunya (mi tierra) porque aquí pueden registrarse más de 200 especies en tan sólo 24 horas, y eso que, por cuestiones de trabajo, hablo con muchísimos de ellos cada año. Los ornitólogos de fuera de Catalunya vienen aquí a practicar la ornitología porque son sabedores, a partir de diversos medios, del gran interés que tienen espacios como la estepas de Lleida, el Pirineo Catalán, el delta de l’Ebre o los Aiguamolls de l’Empordà, por poner tan sólo unos ejemplos. Estos enclaves son conocidos desde hace mucho por motivos que poco tienen que ver con proezas maratonianas.

Luego está el tema de la credibilidad de los resultados. Yo no dudo que en un determinado territorio puedan llegar a verse, en unas determinadas fechas, hasta un número determinado de pájaros. Conociendo el estatus y la fenología de las especies, cualquier argumentación al respecto puede ser fácilmente demostrable. Lo que no tengo tan claro es que una lista casi interminable de aves pueda ser certificada en tan sólo 24 horas. Yendo con un cohete en el culo – y me vais a perdonar la expresión – lo veo francamente difícil. ¿Que se trata de un tema de preparación previa? Quizás sí, pero yo me pregunto cuánto habrá de sugestión – que no de inventiva – en todo esto. Hace bastantes años, un integrante de un equipo asiduo a este tipo de maratones me pidió dónde ver de forma segura el Gorrión Chillón. Decidí gastarle una broma (éramos amigos y había confianza) y le dije que fueran a un determinado terraplén de una carretera, porque allí había una pequeña colonia. Unos días más tarde, me llamó para agradecerme la ayuda y decirme que fue “llegar y fichar”. Yo le dije que debió ser “llegar y fichar” al Gorrión Común, porque allí de Chillón no había ni medio. Tras las pertinentes comprobaciones, el equipo sacó al Chillón de su lista.

Actualmente, y debido a la transcendencia que han adquirido estos eventos, ni se me ocurriría hacer una broma así, porque igual acababa sentado ante un tribunal. ¿Quién certifica que un equipo de maratón ha sido capaz de detectar 100, 150 o 200 especies de aves en un espacio y fecha determinados? Francamente, hasta que cada equipo no vaya acompañado de uno o más inspectores que validen las identificaciones, pienso que esto no es serio. Creo que no es suficiente conformarse con la ética de la gente, porque ésta puede estar reñida con la sugestión. En otro orden de cosas, tampoco entiendo la reglamentación que rige la práctica de las maratones ornitológicas en nuestro país.

Dejando de lado que hasta ahora estaban permitidas prácticas como visitar estaciones de anillamiento o entrar en las reservas integrales disponiendo de autorización (?¿?), y que hacerlo o no tan sólo dependía del mal o buen proceder de los participantes, o de disponer de mejores o peores contactos, creo que es muy importante que la organización obligue a los distintos equipos a competir en igualdad de condiciones. Me explico: no es lo mismo hacer la maratón en coche particular que en avioneta (más una batería de coches, imagino), como tampoco lo es tener que costeártela de tu bolsillo que disponer de patrocinador.

Más de uno me dirá que todo el mundo es libre de buscarse la vida en esto, a lo que yo contestaré que eso es rigurosamente cierto, pero opino que cosas así no favorecen para nada el fair play y lo único que generan es crispación. La organización debería reglamentar al máximo estos detalles o bien puntuar de manera diferente a cada equipo en función de sus disponibilidades. Algo parecido se hace en los rallies, donde se valoran las distintas motorizaciones y otras prestaciones de los vehículos. En fin, quizás me estoy extendiendo demasiado en un tema que no va conmigo. Se trata tan sólo de mi opinión y espero que nadie se sienta ofendido con mis palabras.

Saludos cordiales,

Jordi Martí-Aledo

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