miércoles, 25 de abril de 2012

El futbol es así


Crónica de la XII Maratón Ornitológica de SEO/BirdLife 2012


 

Ir a hacer la maratón ornitológica después de retrasarla un día para ver desde el campo como tu equipo de futbol pierde contra el eterno rival podía condicionar el desarrollo de ‘la cursa’ (el maratón). Escribir esta crónica después de acabar de ser eliminados en la semifinal de la Champions League parece redundante o de masoquistas. Pero como esperemos que se demuestre en el primer caso hay cosas que no tienen que ver. La calidad o elocuencia de esta crónica la dejamos a vuestro criterio. En la media noche del sábado 21.4 al Domingo 22.4.2012 empezaba, cerca del campo del FC Barcelona por los motivos técnicos comentados, la XII Maratón Ornitológica de SEO/BirdLife para el equipo Rarebirdspain – Disefoto – Leica.

Alineación titular

Repitiendo el equipo que nos llevó a la incontestable victoria en 2011, este año no habíamos reforzado humanamente el equipo aunque, como se aprecia en el avance de la crónica, sí contábamos con novedades como el supercroissant de TotBo, todos los productos de Stealth Gear de Disefoto y un vehículo de alquiler que nos permitiría circular más relajadamente por nuestro itinerario.


Primera parte

El desarrollo de la primera hora fue casi según lo previsto. Algunas aves acuáticas comunes que veríamos durante las horas diurnas del día pero una especie de ellas, objetivo prioritario, que observamos gracias a la iluminación ambiental de la ciudad y oímos perfectamente en el desarrollo de sus paradas nupciales. Otra especie en un territorio reproductor y un vistazo a un río donde aparece alguna especie y no aparece una que nos interesaba. Total, que con 10 especies en el saco encaramos el supercroissant y la carretera.
Una de las tácticas para evitar que la gente se duerma es martirizarla con un inefable cd de audio que contenga una selección lo más hortera y demodé posible, de tal manera que sea imposible relajarse, bajarse del coche y por supuesto agredir al conductor o acompañante. Efectivamente, como se observa en la foto del camino, las canciones de Torrebruno, Raphael, Paquita Rico y demás nos dejaron el pelo como escarpias con contínuos ‘No  pot ser, no pot ser’ de Joan y el único consuelo del croissant que estaba dejando el coche hecho un asco. Y nosotros  ‘rellenos’. Hasta el coche avisaba de 'riesgo de ...' .. autodestrucción? 'ai mare!'...

 
Llegado a la zona de interés, empezamos a hacer tweets con el hashtag #rbsbt que tienen cierto seguimiento en internet via tweeter  y Facebook. Hemos llegado a la primera de las zonas interiores  y estamos detectando bien y a la primera el búho chico, lechuza y autillo, sin que la codorniz o el sisón colaboren como en otros años. Seguimos camino. Bebidas de cola, frío y cárabo. Entre medio gamos, corzos, liebres europeas, una garduña en medio de una ciudad metiéndose en el agujero de una iglesia… lástima que no cuenten los mamíferos. Llegamos al descanso.



Media parte

Y tan media. Media, pero hora. 30 minutos  fueron los que dormimos en el coche. A -2ºC y con nieve. Buf, bastante frío. Ya estábamos encontrando la postura cuando canta un mirlo. Hora de empezar otra vez. Empieza la segunda parte.



 Segunda parte

En las alturas nevadas del Pirineo se pone a prueba el valor energético de las pastas consumidas, los guantes Stealth Gear, los gorros y todo lo que llevamos encima. Empiezan a salir pese al frío todas las especies tal vez con una cierta inusual actividad de pícidos: el pito negro y el pico picapinos. Los verderones serranos se hacen esperar mientras que los otras veces escasos piquituertos parecen omnipresentes. Empezamos a buscar lo que falta. Sale uno de los dos mirlos capiblancos que veríamos.  Y el reyezuelo sencillo. La especie 42 por fin es el verderón serrano y a continuación una que no esperábamos del todo: agateador norteño.  Corzos a parte, no hay mucha actividad en el frío bosque pirenaico. Sin embargo un tímido bisbita arbóreo canta brevemente  y en otro lugar las totovías defienden ya su territorio ‘a grito pelao’.  Otra especie escasa al saco: picogordo y más adelante escribano cerillo, alondra o un águila real acosada por una corneja. Parece que el efecto Torrebruno nocturno ha funcionado y el equipo está en marcha,  bien coordinado pero pasando bastante frio. ¡Seguimos! 


Un andarríos chico es la especie 100 y la única gaviota cana del pirineo la 101. El trabajo previo se nota. Cambiamos recorrido respecto de 2011 y se está notando.  Cruzamos el prepirineo para encontrar, donde siempre, la que sería segunda curruca mirlona del año en Lleida (la primera, también nuestra, un par de días antes en otro sitio durante la preparación de la maratón). Otro golpe de suerte.  La niebla y las bajas temperaturas ya se habían encargado de compensar estos pequeños ‘bonus’ con severos correctores como la no presencia de ninguna de las parejas que habíamos visto días antes de alimoche o la ausencia del águila calzada entre una escasez general de rapaces. Cosas que pasan. 



Las estepas del llano nos reciben bien. Un nutrido grupo de sisones, los alaudidos habituales y diferentes aves en zonas húmedas, como patos cuchara o somormujos. También alguna avoceta casi inaudita en Lleida. Pero fallos que nos hacen una y otra vez acudir al plan ‘B’ para aquella o la otra especie y como siempre, decisión de última hora al decidir el itinerario de bajada hacia la costa. El mismo mal tiempo hace que pocas  rapaces vuelen y sólo vemos un par de culebreras. O unos pocos abejarucos concentrados en un único lugar.  Especie 160. Vamos sobre par, es decir, llevamos menos especies que el año anterior y no demasiado bien de tiempo. ¿Que hacemos? 




Cambios

De itinerarios. Adios al cernícalo primilla y el águila perdicera. Sacrificio necesario para mirar de ganar media hora en el delta de l’Ebre. Que a la postre se revelaría como una decisión acertada. Más tweets.

Y final del partido


La ya prevista mejor tarde que la del sábado en cuanto a viento nos favorece. Aparecen rápidamente la mayoría de limícolas. Pero los arrozales están aún bastante secos. Y sin muchos ardeidos… Umm. Pero otro golpe de suerte. Una imprevista águila pescadora. ¿Una? No, dos! Dos, una al lado de la primera. Pero ¿es ese bicho que mira de frente?. No, está de lado. ¿Cómo? ¡Son tres! Tres pescadoras juntas, sedimentadas! La primera vez que vemos semejante espectáculo en el campo. Increíble. Es la especie 175. Pero faltan muchas, muchísimas, para nuestro récord previo de 207…


Seguimos contando. Otra vez sacrificios. Dejamos de visitar un par de zonas con especies nuevas seguras. Nos la jugamos. Se hace tarde. Pero allí están. Los paseriformes que faltaban. Zarcero, colirrojo real, papamoscas cerrojillos (con bastantes más machos que hembras) y un mochuelo, escondido en unos arbustos comiéndose, o casi, paseriformes transaharianos cansadísimos como mosquiteros musicales.  ¿Intentamos las polluelas? Rápido. Y mira, abrir la puerta y ahí estaba la hembra. Suerte. Pero se acaba el tiempo. Decisiones. ¿Que falta?. Acabamos la última media hora en un lugar donde sacamos cinco especies incluyendo una hembra de ánade rabudo y dos canasteras en vuelo. Falta un chotacabras. El pardo. Y nos dirigimos a dos lugares para detectarlo ya que el día anterior ya lo teníamos controlado de allí mismo. Y casi atropellamos uno a las 21:34. Frenazo y observación perfecta de la que a la postre, sería la última especie. Se había acabado la maratón de golpe. O de no golpe, por suerte.



Rueda de prensa

Sin más ‘declaraciones de los entrenadores’ que un tímido ‘zzz’ producto del sueño acumulado, el equipo dio por terminada la maratón cerca de las 23 horas. Había sido un día largo. 871 kilómetros recorridos. Frío, nieve, niebla, viento y lluvia. La maratón en plena migración donde en un día había variado tanto la composición de las especies presentes que de haberse ‘quedado’ dichas especies, fácilmente visibles, hubiésemos obtenido seis más.  Donde finalmente el periodo de inundación en curso del delta de l’Ebre hizo que fallase la garcilla cangrejera, tal vez el ‘fail’ más increíble. Pero donde una vez más la combinación de paisajes, luces, mamíferos cerca y un número muy elevado de aves hace de este tipo de eventos una celebración  idónea para ponerse al día y repasar aquellas especies que por motivos laborales o de preferencias ves pocas veces al año. Hasta la próxima. Ah! I visca el Barça!

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