Crónica de la XII Maratón Ornitológica de SEO/BirdLife 2012
Ir a hacer la
maratón ornitológica después de retrasarla un día para ver desde el campo como
tu equipo de futbol pierde contra el eterno rival podía condicionar el
desarrollo de ‘la cursa’ (el maratón). Escribir esta crónica después de acabar
de ser eliminados en la semifinal de la Champions League parece redundante o de
masoquistas. Pero como esperemos que se demuestre en el primer caso hay cosas
que no tienen que ver. La calidad o elocuencia de esta crónica la dejamos a
vuestro criterio. En la media noche del sábado 21.4 al Domingo 22.4.2012
empezaba, cerca del campo del FC Barcelona por los motivos técnicos comentados,
la XII Maratón Ornitológica de SEO/BirdLife para el equipo Rarebirdspain –
Disefoto – Leica.
Alineación titular
Repitiendo el
equipo que nos llevó a la incontestable victoria en 2011, este año no habíamos
reforzado humanamente el equipo aunque, como se aprecia en el avance de la crónica,
sí contábamos con novedades como el supercroissant de TotBo, todos los
productos de Stealth Gear de Disefoto y un vehículo de alquiler que nos permitiría
circular más relajadamente por nuestro itinerario.
Primera parte
El desarrollo de
la primera hora fue casi según lo previsto. Algunas aves acuáticas comunes que
veríamos durante las horas diurnas del día pero una especie de ellas, objetivo
prioritario, que observamos gracias a la iluminación ambiental de la ciudad y oímos
perfectamente en el desarrollo de sus paradas nupciales. Otra especie en un
territorio reproductor y un vistazo a un río donde aparece alguna especie y no
aparece una que nos interesaba. Total, que con 10 especies en el saco encaramos
el supercroissant y la carretera.
Una de las
tácticas para evitar que la gente se duerma es martirizarla con un inefable cd
de audio que contenga una selección lo más hortera y demodé posible, de tal
manera que sea imposible relajarse, bajarse del coche y por supuesto agredir al
conductor o acompañante. Efectivamente, como se observa en la foto del camino,
las canciones de Torrebruno, Raphael, Paquita Rico y demás nos dejaron el pelo
como escarpias con contínuos ‘No pot ser, no pot ser’ de Joan y el único
consuelo del croissant que estaba dejando el coche hecho un asco. Y
nosotros ‘rellenos’. Hasta el coche avisaba de 'riesgo de ...' .. autodestrucción? 'ai mare!'...
Llegado a la zona
de interés, empezamos a hacer tweets con el hashtag #rbsbt que tienen cierto
seguimiento en internet via tweeter y Facebook.
Hemos llegado a la primera de las zonas interiores y estamos detectando bien y a la primera el búho
chico, lechuza y autillo, sin que la codorniz o el sisón colaboren como en
otros años. Seguimos camino. Bebidas de cola, frío y cárabo. Entre medio gamos,
corzos, liebres europeas, una garduña en medio de una ciudad metiéndose en el
agujero de una iglesia… lástima que no cuenten los mamíferos. Llegamos al
descanso.
Media parte
Y tan media.
Media, pero hora. 30 minutos fueron los
que dormimos en el coche. A -2ºC y con nieve. Buf, bastante frío. Ya estábamos encontrando
la postura cuando canta un mirlo. Hora de empezar otra vez. Empieza la segunda
parte.
Segunda parte
En las alturas
nevadas del Pirineo se pone a prueba el valor energético de las pastas
consumidas, los guantes Stealth Gear, los gorros y todo lo que llevamos encima.
Empiezan a salir pese al frío todas las especies tal vez con una cierta inusual
actividad de pícidos: el pito negro y el pico picapinos. Los verderones
serranos se hacen esperar mientras que los otras veces escasos piquituertos
parecen omnipresentes. Empezamos a buscar lo que falta. Sale uno de los dos
mirlos capiblancos que veríamos. Y el
reyezuelo sencillo. La especie 42 por fin es el verderón serrano y a
continuación una que no esperábamos del todo: agateador norteño. Corzos a parte, no hay mucha actividad en el
frío bosque pirenaico. Sin embargo un tímido bisbita arbóreo canta
brevemente y en otro lugar las totovías defienden
ya su territorio ‘a grito pelao’. Otra
especie escasa al saco: picogordo y más adelante escribano cerillo, alondra o
un águila real acosada por una corneja. Parece que el efecto Torrebruno nocturno
ha funcionado y el equipo está en marcha,
bien coordinado pero pasando bastante frio. ¡Seguimos!
Un andarríos
chico es la especie 100 y la única gaviota cana del pirineo la 101. El trabajo
previo se nota. Cambiamos recorrido respecto de 2011 y se está notando. Cruzamos el prepirineo para encontrar, donde
siempre, la que sería segunda curruca mirlona del año en Lleida (la primera,
también nuestra, un par de días antes en otro sitio durante la preparación de
la maratón). Otro golpe de suerte. La
niebla y las bajas temperaturas ya se habían encargado de compensar estos
pequeños ‘bonus’ con severos correctores como la no presencia de ninguna de las
parejas que habíamos visto días antes de alimoche o la ausencia del águila
calzada entre una escasez general de rapaces. Cosas que pasan.
Las estepas del
llano nos reciben bien. Un nutrido grupo de sisones, los alaudidos habituales y
diferentes aves en zonas húmedas, como patos cuchara o somormujos. También alguna
avoceta casi inaudita en Lleida. Pero fallos que nos hacen una y otra vez
acudir al plan ‘B’ para aquella o la otra especie y como siempre, decisión de
última hora al decidir el itinerario de bajada hacia la costa. El mismo mal
tiempo hace que pocas rapaces vuelen y
sólo vemos un par de culebreras. O unos pocos abejarucos concentrados en un
único lugar. Especie 160. Vamos sobre
par, es decir, llevamos menos especies que el año anterior y no demasiado bien
de tiempo. ¿Que hacemos?
Cambios
De itinerarios.
Adios al cernícalo primilla y el águila perdicera. Sacrificio necesario para
mirar de ganar media hora en el delta de l’Ebre. Que a la postre se revelaría
como una decisión acertada. Más tweets.
Y final del partido
La ya prevista
mejor tarde que la del sábado en cuanto a viento nos favorece. Aparecen
rápidamente la mayoría de limícolas. Pero los arrozales están aún bastante
secos. Y sin muchos ardeidos… Umm. Pero otro golpe de suerte. Una imprevista
águila pescadora. ¿Una? No, dos! Dos, una al lado de la primera. Pero ¿es ese
bicho que mira de frente?. No, está de lado. ¿Cómo? ¡Son tres! Tres pescadoras
juntas, sedimentadas! La primera vez que vemos semejante espectáculo en el
campo. Increíble. Es la especie 175. Pero faltan muchas, muchísimas, para
nuestro récord previo de 207…
Seguimos
contando. Otra vez sacrificios. Dejamos de visitar un par de zonas con especies
nuevas seguras. Nos la jugamos. Se hace tarde. Pero allí están. Los paseriformes
que faltaban. Zarcero, colirrojo real, papamoscas cerrojillos (con bastantes
más machos que hembras) y un mochuelo, escondido en unos arbustos comiéndose, o
casi, paseriformes transaharianos cansadísimos como mosquiteros musicales. ¿Intentamos las polluelas? Rápido. Y mira,
abrir la puerta y ahí estaba la hembra. Suerte. Pero se acaba el tiempo.
Decisiones. ¿Que falta?. Acabamos la última media hora en un lugar donde
sacamos cinco especies incluyendo una hembra de ánade rabudo y dos canasteras
en vuelo. Falta un chotacabras. El pardo. Y nos dirigimos a dos lugares para detectarlo
ya que el día anterior ya lo teníamos controlado de allí mismo. Y casi
atropellamos uno a las 21:34. Frenazo y observación perfecta de la que a la
postre, sería la última especie. Se
había acabado la maratón de golpe. O de no golpe, por suerte.
Rueda de prensa
Sin más ‘declaraciones
de los entrenadores’ que un tímido ‘zzz’ producto del sueño acumulado, el
equipo dio por terminada la maratón cerca de las 23 horas. Había sido un día
largo. 871 kilómetros recorridos. Frío, nieve, niebla, viento y lluvia. La
maratón en plena migración donde en un día había variado tanto la composición
de las especies presentes que de haberse ‘quedado’ dichas especies, fácilmente
visibles, hubiésemos obtenido seis más.
Donde finalmente el periodo de inundación en curso del delta de l’Ebre
hizo que fallase la garcilla cangrejera, tal vez el ‘fail’ más increíble. Pero
donde una vez más la combinación de paisajes, luces, mamíferos cerca y un
número muy elevado de aves hace de este tipo de eventos una celebración idónea para ponerse al día y repasar aquellas
especies que por motivos laborales o de preferencias ves pocas veces al año. Hasta la próxima. Ah! I visca el Barça!
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